viernes, 15 de julio de 2011

"QUIZÁS NO MEREZCAS MÍ AMISTAD"

Cuántas veces a tú lado compartí tú enfermedad
así como tus penas qué como mías sufrí
incluso las llore cómo mías, porque mías las sentí.
Cuatro largos años con sus semanas y meses
pocos fueren los días qué mí cita faltare
para llevarte la calma a tu alma herida.
Más no podía hacer, por aliviar tus penas
nunca deje sólo, al amigo qué creí tener.
Se qué es duro, para un hombre con sólo cuarenta y tantos años
depender de su esposa y, ni poder disfrutar de los hijos anhelados.
Sólo podía escuchar, más no te podía dar
pero como buen amigo estuve a tú lado
mientras los demás pasaron de tú persona
cómo perro apestado.
Aunque no fueron haberte, nunca te olvidaron
pues a tus espaldas bien que fueres criticado
incluso tus cuentas te fueron repasando.
Hoy por desgracia me encuentro en tú lugar
¿Tú amigo donde estas?
Sabes de mí sufrimiento !También necesito hablar!
Dé mis miedos y temores qué a ti fui a consolar
tú tenias mí hombro el tuyo ¿Donde está?
Evitas por mí calle pasar
sabiendo lo qué estoy pasando, tú lo pasaste ya.
Tuviste un amigo eso no lo vas a negar
sí corta es tú memoria, más corta fue tú amistad
ahora son tus amigos, los qué ni te fueron a visitar.
Te deseo toda la suerte del mundo, pero esté no para de rodar.
Cuándo tus manos vuelvan a temblar y, necesites llorar
aquí está tu amigo qué nada, te a de reprochar.