lunes, 7 de noviembre de 2011

**LA BARBARIE HUMANA**

La enfermedad más grande
qué el hombre pueda tener
!La ignorancia!
Apoyada por gobernantes e iglesia.
Qué bien se gobierna el pueblo
qué ni sabe leer.
Ya se encargan ellos
qué está enfermedad
vaya pasando
de generación en generación.

Fomentada por las religiones
con el dios de turno
para qué los ignorantes
mueran en guerras por un nuevo profeta
por nadie conocido.
Mientras los analfabetos
pierden esposo e hijos
ellos, qué no están en batalla
se enriquecen con la sangre derramada.

A todo gobierno dictador
o bien, la farsa de la democracia
le interesa la ignorancia.
Los llevan como borregos
siendo ellos
los pastores qué guían la manada
por caminos del engaño
con promesas, enmascaradas.

Sólo, serás tratado como persona humana
cada cuatro años
sí vives en país democrático
para qué les des el poder
con promesas incumplidas.

Quizás, sea mí ignorancia
por lo qué no distinga
la diferencia habida
entre estas dos palabras
democracia o dictadura
En la primera mí opinión
no sirve para nada
en la segunda me callan.

Ser analfabeto
no significa qué sean tontos
simplemente
no pudieron por pobreza o hambre
acudir a la escuela.
Lo cual no significa
qué no se den cuenta
de las barbaridades humanas.
Los peores ignorantes
son los qué sí, estudiaron carrera
qué luego les llevara la poder
siendo los principales gobernantes.
Destacan en grandes empresas
o en política de estado
llegando algunos
a ser presidentes
de naciones poderosas
o bien, bajo el manto papal
el cual les protege.

Les une las mismas inquietudes
reunir poder y riqueza
sea al precio qué sea.
Creando grandes guerras
qué enriquecen sus arcas
sin impórtarles cuántos caigan
en los campos de batalla
y, menos aún
las mujeres y niños
qué mueran en naciones arrasadas.

Luego todo lo arreglan
con medallas de hojalata
y, palabras de honor
por defender bandera y patria.
Mientras la familia del finado
les mira con rabia
sin mencionar palabra
de lo qué para sus adentros
piensan de bandera y patria.

Los listos ignorantes
son la destrucción
de los países pobres
poniendo como escusa
qué son un peligro
para la paz mundial.
Apoyados
por el asesino de turno
qué tienen bajo su poder.

Les robaran cuándo poseen
sin impórtales lo más mínimo
cuantos tengan qué perecer
ni cuanta sangre se derrame
hasta qué la tierra
llega a enrojecer.
Son avasallados
dejando por donde pasan
muerte y destrucción.
Qué les importa a ellos
sí es, hembra, niño o barón 
sembrando tras de ellos
miseria y enfermedades.
Qué luego con una limosna
ya, mandaran a curales
quedando, como señores benefactores.

La Santa Sede, cierra los ojos
ante semejante barbarie humana
mientras sus arcas
perciban lo prometido.
Dirán con cara muy alta
y, sin vergüenza ninguna
qué es contrario a su dios
a la bandera y patria
además como no
de la santa madre iglesia.

Los qué les escuchan
en sus convincentes sermones
y, acaten sus palabras
darán buenas limosnas
para a callar conciencia
sin pensar qué ese dinero
mancha sus manos de sangre.

Quiero ser ignorante
para qué quiero el saber
pues sin quererlo ser
soy culpable también.