sábado, 28 de abril de 2012

*** MÍ PEOR HORA***

Eran las cinco de la mañana
de un día cualquiera
el mes no me importa
ni el año me interesa.
Cuando el sol quiere salir
empujando a la luna
ni es noche ni día
terminada la calma
empieza el día
con el alboroto del gentío
como sí nada pasara.

Fue la hora elegída
para dejar su cuerpo inerte
como rosa cortada
sin compasión por cuchilla afilada
sin importar el daño
como sí nada pasara.

El llanto ahogado en garganta
partido el corazón por una espada.
Los labios besando su frente blanca
lágrimas como puñales
resbalan por su cara
ojos clavados en blanca cara.
Como no queriendo olvidar de su mente
el último suspiro, la última palabra
para recordar
hasta qué llegue
sus cinco de la mañana.

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