viernes, 20 de enero de 2012

*** INGRATITUD ***

Te recogí en mi casa
mi corazón te abrí
te cuide como a una madre
desviviéndome por ti.
Me preocupé de tus problemas
muchas noches por ti no dormí
ni tuve asco de limpiarte
cuando preciso fue
la comida puse en tu boca
cuando no querías comer.

Esclavo de tus caprichos
mucho sacrifique
mi hijo eche de su cama
para ponerte a ti.
Discusiones no me faltaron
con la mujer que más quiero
a la qué debo más que a ti.

Nunca diste nada
ni nunca nada te pedí
ni te necesite antes
y ahora menos aún.
Por cara de de una familia
qué mucho quiero
me hice cargo de ti
cuantas veces me arrepiento
del día que dije sí.

Solo quise tú bien
qué nada te faltase.
Defendí tus intereses
más que si fueren míos
gracias nunca me diste
tampoco las necesite
lo hice de corazón
nunca por interés
como hicieron otros
qué ahora se apartan de ti.
Porque vieja y enferma
y sacado lo sacado
te dejan abandonada
a la voluntad de Dios.

Gracias a mí
conservas tus bienes
por los qué tanto luche
para qué no estuvieras
sin casa ni dinero
viviendo de la caridad.
Cuando los de tú misma sangre
solo querían de ti
todo lo que poseías
sin importarles lo más mínimo
lo qué fuere de ti.

Mí conciencia esta tranquila
por mí parte siempre cumplí
mucho más de lo que debiera
sin esperar nada a cambio
pues, nada quiero de ti.