Ni era noche ni era día
cuando perdí lo que más quería.
Hay muchas formas de querer en la vida
pero solo tres llevan sangre tuya
por quien eres parido
el que pone semilla
y los hijos que llevan la tuya.
El segundo se me fue cuando cambia el día
quizás menos llorado pero nunca olvidado
con el paso del tiempo mucho más valorado.
Once llevaba huérfano de madre
más siete que falto mi padre
es vació que nadie llena
pero, te pueden ayudar a llevar con menos pena.
En vosotros encontré la alegría perdida
el calor y cariño que perdido tenía
gracias por acogerme como uno más de la familia
espero no defraudar más estar a la altura
para vosotros sea orgullo por la confianza puesta
en este desconocido.