Gracias por acordarte en el día de nuestro santo, aunque
en verdad te acuerdas todos los días, y no hay noche que no recibamos un
oración tuya, a cada uno de todos los que estuvimos en tú vida. Pero no llores
por nosotros, sino porque los que te quedan vida, porque son los que de verdad
te necesitan. Nosotros nunca hemos partido del mundo en que tú vives, estamos
en tus días, en lo buenos te damos la alegría, en esos en los que sufres y a
nosotros te amparas con el corazón en un llanto, incluso nos hablamos, y aunque
no te des cuenta te abrazamos, te besamos, y con la ayuda del todo poderoso tus
plegarias son escuchadas. Pero en verdad te decimos que tus llantos y tus
penas, son tanto tuyos como nuestros. Tú no puedes saber ni nadie que te rodea,
que en ese mundo en que vives de más dolor que alegrías, que solo son pruebas,
para cuando llegue el día en que dejes el cuerpo y toda sus impurezas,
recibirás por tus buenos actos como por los hiciese malos el perdón de el
salvador. No quiero ni una lágrima en el día de nuestro santo, sino celebrarlo
con alegría porque estamos a siempre a tu lado. VR (R) XX
Vruescas Llorca/ 31.10.2016.-