No sabe que le causo más dolor, si el saber que era mujer mutilada, por una maldita enfermedad, o la mirada de rechazo, que vio, en los ojos del que fuera ayer, su amante, compañero y esposo.
Recordó tantas noches de pasión vividas junto a él, en el que el tiempo se paraba, aunque las horas pasaban, para el resto del mundo, ellos, ni se enteraban.
Solo recibió en toda una semana de hospital, un beso en la frente como si fuere su hermana. Ni siquiera le acompaño los meses de dura quimioterapia, ni entraba al baño cuando se duchara.
Ni siquiera en la mesa se sentaba a su lado, ni un beso de amor a su llegada, ni la miraba a los ojos con pasión ni desprecio, como si estuviera sola.
Llegando a la cama altas horas pensando, que ella durmiera. Ni sentía sus caricias sobre su cuerpo, como sintiera hace solo unos meses, cuando era mujer entera.
Donde se quedaron esas palabras de amor salidas de sus labios, donde se fueron las promesas de que sin ti no quiero vida, solo fueron las palabras en esas horas de entrega.
Me revele ante tanta indiferencia, ante tanto engaño pensando que cambiaria, no lo iba hacer, buscaba fuera de casa, no más, de lo que yo le daría
Cuando por fin volví a ser mujer entera, se quiso a cercar para recibir lo que antes tenía ¡Ya era tarde! Todo lo que le quería, se perdió en esos meses de soledad, rechazo e indiferencia, mientras fui, mujer mutilada. De lo que pase no será culpa mía, lo malo que pase me dio experiencia, vi por primera vez, los años perdidos con una mentira.