del qué me queda a recorrer.
Paso tan de prisa esté tiempo
ese, qué no a de volver.
Aún qué mis recuerdos sí veo
el camino qué deje.
Los primeros pasos del camino
con alegría los recordare
hasta el cuarto del camino
en piedras no tropecé
pero ya corrido esté
de estás no me libre.
Durante el camino de mí vida
fueron muchos lo baches
y, piedras qué sorteé.
En la primera parte
mí fuerza me permitió levantarme
no una
sino cien veces veces
la qué fuera menester.
Mí fuerza aún me permitía
cumplir con la responsabilidad
de esposo y padre
y, las qué pudieren llegar.
Cuantas veces tropecé
y es más
si volviera al pricipio del camino
seguro qué tropezaría
las mismas qué tropecé.
Hoy qué el camino termina
arrastro con dolor
los tropiezos y caídas
qué la vida dio.
Siendo un camino amargo
con más penas qué alegrías
al largo de tanto andar
desde qué empecé hasta hora
qué casi llego al final.
¿Cuantas me aguardaran más?
Pocas han de quedarme
pues mucho ande ya
por el camino de la vida.