Después de cuarenta años de vida en común, hoy me echas en
cara que me diste lo mejor de tú vida, ¿Acaso no te di lo mejor de la mía? Nunca
falto en tú cartera dinero para lo que quisieras, ni te preocupaste si era mío,
o prestado a otras personas.
Pero el dinero es lo de menos, ¿Se te olvido ya, lo mucho
que te quisiera? Nunca falto una simple flor o regalo en cada día, para ti señalado,
ni jamás oíste de mi boca reproche alguno, ni mucho menos insultos, todo lo
contrario, mucho amor, respeto y cariño.
Después de cuarenta años sin oír de tú boca queja alguna,
hoy me apuñalas donde más duele, en mi corazón, llegando incluso a mi alma. Si tan
mala fue mi compañía, porque estuviste a mi lado, si te di tan mala vida? no lo
puedo comprender, y mira tampoco me importa, porque bien tranquilo estoy, de
que te di buena vida.
Lo que te debías preguntar es si fue buena tú compañía, quizás
no diste tanto como recibieras, porque también yo te di los mejores años de mi
vida.
No te preocupes mujer, que no quiero ser carga de nadie,
ni tengo ganas de seguir con la mujer que ame tantos años, o quizás debería decir
la que me mintió desde el principio; porque mi amor por ti siempre fue puro y
sincero, ahora me pongo a dudar si las noches de pasión, también fueron fingidas.
Cuarenta años son muchos para vivir en una mentira,
supongo que no fui el único de tú vida, pero me da igual ni siquiera eso
importa, lo que sí que me dolió fue los reproches de este día.
Bien como tú dices uno sobra en casa, pues nada mujer yo seré
el que parta, espero que el que ocupe mi lugar te dé solo la mitad amor, que yo
te di en tú vida; no te preocupe el qué dirán que es lo que más te preocupa,
que por mi nadie sabrá que vivimos en una mentira. Después de cuarenta años a
nadie ya le importa, dile a hijos que mía fue la culpa, no te van a creer, pero
si me preguntan, nada les diré que nacieron de una mentira.
Vruescas/ 06.05.2013.- “A ti
desconocida”