Sé que algún día leerás esto porque por ese motivo lo
escribo y como legado te dejo. Y veras que la historia que has vivido se aleja
mucho de lo aquí escrito. Desde que naciste siempre fui tú preferido no me
preguntes el motivo, será porque desde el primer día en mi viste el cariño que
nunca nadie te tuvo. Tal como ibas creciendo la unión era más fuerte, y tú
primera palabra fue decir mi nombre. Esa, que te robo la infancia e acuso a tú
padre de hechos jamás ocurridos y te aparto de todos, no lo hizo por tú bien
sino por celos, y sus pocas luces, las pocas que tenía eran para hacer el mal a
todo el que se acercaba, eso si después de haberle exprimirlo y dejado en la
ruina, tanto monetariamente que es lo que menos importa, como el corazón
sangrado por la amargura de sus mentiras. Nunca te falto mientras no dejaba
verte, disfrutar de amiguitos, tener tus cumpleaños, pero sobre todo mucho
cariño y amor lo que esa mujer nunca te
tuvo. Pasaron año y medio cuando te dejo en mi casa porque le molestabas, para
tener sus aventuras con el primero que pasaba. Viniste desnutrida de cuidados y
cariño, pero en pocos meses recuperaste las dos cosas y muchas más, que como un
aniña de cuatro años te había robado. Aquí durante año y medio volviste a tener
lo que nunca debería haberte quitado; pero volviste a estar como antaño solo
querías estar junto a mi lado lo demás no te importaba, conmigo tú viste la
infancia que durante unos años se te había robado. Yo te contaba cuentos, te
arropaba casa noche, y si enfermabas era yo quien te cuidaba, describiste lo
que era ir al parque, cumpleaños de amigos, y como no salir de fallera que
tanto te gustaba. Ella venia cuando le parecía no para hacer de madre, eso no
lo fue en su vida, y vio lo feliz que eras como merece cualquiera, no pudo
soportar que este tú abuelo era el
eje en que giraba tú vida. Los
celos y su locura te robo con alevosía un día en que yo no estaba para toda la
vida. Se por lo que me contaron la gente que te oía, pedir ayuda a tú abuelo y
que no querías ir con ella. Luche por todos lados buscando justicia y que
volviera a casa, pero no hubo manera los jueces y la no justicia se pusieron de
su lado porque era tú madre, y creyeron en la mentira de que tú padre le
maltrataba, cuando era lo contrario los maltratados eran los que te queríamos.
No sabes lo que sufrí ni lo que pelee por verte, eso ya lo sabrás cuando tengas
más años y sepas que naciste no de una mujer sino de una bestia. Si parto y no
me puedo despedir en mi mente grabado me llevare la fecha de tú último abrazo
mi niña, y de lo que más quise en la vida. Ya te lo contaran los que saben la
historia. Solo le pido a mi Dios que no le dé enfermedad ninguna, pero si, que
pague por mil el mal que hizo desde que nació, lo cual solo lo hizo para hacer
mal en la vida, e incluso a lo más sagrado a su propia hija.
Vruescas 13.02.2015.-