La amargura no se palpa
como tampoco el alma
solo el qué la carga
sabe lo qué es sufrir.
Que no desea al causante
ni penas ni sufrimientos
y mucho menos dolor.
Cada mañana tan cerca de ella
su aroma le envuelve
sientes su atracción.
Su cálida boca
la misma qué te traiciona
nunca esperabas de ella
está amargura, esté dolor.
Nunca saldrá de mis labios
este mí secreto
solo mío es el dolor.
La amargura es invisible
como lo fue, su traición.