Sí ves qué no te recuerdo por mi mente confusa
tu visita, será igual de agradecida.
Sí me hablas del presente y mi respuesta es del pasado
haz, cómo qué me entiendes, tus palabras me confortan.
Sí te confundo con alguien sígueme la corriente y,
se tu, esa persona, no importa qué me respondas.
Sí ves mi cuerpo débil con caminar torpe, ayúdame con el tuyo
al igual qué hice yo, siendo aún tu niño
recuerda qué tu cuna
fueron mis brazos hoy sin fuerzas.
No me olvides ahora
cuándo mi mente confusa
ni siquiera té recuerda.
Sólo acariciaré, eso, nunca se olvida.