No se como te conocí, pero maldigo esa hora que de tú
boca bebí este amor de locura. Sin ti no puedo vivir, contigo es una amargura.
¿Por qué me tratas así? Si por ti daría la vida. Quizás
esa es tú baza, te gusta verme sufrir, estando muy convencida que mi amor es
solo tuyo, que ni siquiera lo dudas.
Presumiendo vas de ello comentado con amigas, en tú boca
una sonrisa, en mis ojos una lágrima.
Serio quedo tú semblante, tus ojos no lo creían, cuando
al cruzarte conmigo viste mi compañía.
Ahora vas llorando por aquello que perdiste, lo que tan
seguro creías; jugaste con sentimientos y el corazón de persona. Ahora te das
cuenta del dolor que sientes en tus carnes, simplemente recoges aquello que sembraste.
Vruescas 20.05.2013.- “A Mª José”