Solo cuatro metros de tú venta a la mía, solo cuatro metros, de tú boca a la mía.
Cada mañana te observo mirándote al espejo, con tú pelo revuelto, con cara de mal sueño, tú belleza intacta como ángel del cielo.
Solo cuatro metros separan nuestros cuerpos, solo cuatro metros son mi sufrimiento. Viendo tú figura perfecta y fina, son otros brazos el que lo acaricia.
Hoy te vi a cuatro metros, tus ojos negros llenos de lágrimas, partiendo mi alma. Tú ni te enteras que a cuatro metros ésta mi ventana, en la que ni posas una simple mirada, ni ves mi corazón que tanto te ama.
Solo cuatro metros me separan, larga distancia de mi mujer amada.