Uno se pregunta en qué mundo vivimos donde una vida
humana no vale nada; estamos pagando las injusticias de las grandes potencias
los que no debemos nada. Todos sabemos cómo yo, la doble moral de los
gobiernos, que mientras en estos casos se rascan las vestiduras cara la galería
por bajo mano venden armas, les roban a los países que mueren cada segundo un
niño/a sus recursos naturales, diamantes, oro y petróleo; pero en parte todos
somos culpables porque compramos para nuestro vida de lujos lo que se les roba.
Pero nada justifica que unos locos bien pagados como
mercenarios que son, y que no lo hacen por lo descrito arriba, si no por
ideales políticos y religiosos, no por hacer justicia e incluso apoyados por
intereses de gobiernos de dictadores. ¡Basta ya!
Vruescas/ 15.07.2016.- Asesinos