Que poco nos conocéis
a los qué vamos de duros por la vida
somos condenados
sin juicio, juez o jurado.
Para vosotros
carecemos de corazón
dando por supuesto
qué nada nos afecta
siendo gente sin conciencia.
Qué equivocados estáis!
Juzgándonos por la apariencia
sin mirar, detrás de la coraza.
Creada por nosotros
escondiendo la persona qué somos.
Si no fuerais tan ciegos
Verías, lo que hay detrás de la coraza.
Gente tan tímida
qué roza la enfermedad
suponiendo un gran esfuerzo
lo qué para vosotros
es cosa fácil y rutinaria.
Como hablar con extraños
entrar en casa desconocida
como si fuere vuestra.
Preguntar como natural
a un casi desconocido
por cosas de su intimidad.
Entráis en hospital
donde el sufrimiento
se palpa en cada rincón
saléis como si nada.
No os involucráis jamás
con lo qué os rodea
ni el dolor ajeno os afecta
a los qué sin coraza vais.
Los juzgados por la sociedad
por duros y antisociales
nos escondemos detrás de la coraza
porque nos afecta todo
lo qué a vosotros os da igual.
Sentimos como nuestro
el dolor de una madre
qué pierde al hijo.
Sufriendo en nuestras carnes
ver viejo abandonado
el niño que pasa hambre
una mujer maltratada
un hombre humillado
el amigo, arrancado en plena vida.
No llevamos la sonrisa
en lo boca todo el día
para dar buena imagen
ni por supuesto
la mano levantada
saludando a todo el qué pasa.
Ni cogemos la confianza
aunque nos sea dada
ni fingimos el dolor
sin sentirlo en el alma.
Ni dejamos a nadie
sea o no de nuestra sangre
abandonado a su suerte
como animal salvaje.
Ahora ya sabéis
lo mucho qué sufrimos
sobre llevar coraza
e ir por la vida
marcados de duros.
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