volviste al pasado
el presente no contaba
volviste a tú niñez
siendo mujer madura, solo tú sabes
en qué tiempo vivías.
Perdida, sin encontrar salida
sin reconocer siquiera
los qué llevaste en entrañas.
Ausente y asustada por tú propia mente
llevándote por laberintos solo por ti conocidos.
Tú cuerpo está presente
la memoria en años lejanos.
Entre momentos lúcidos y otros oscuros
esperaste lo justo para recibir la ostia
de esas manos que tú creías benditas.
Cerraste ojos y labios
así, cinco días con sus noches
ni quejas ni lamentos salieron de tú boca.
Con suspiro de descanso
como quien libera carga
tú mente caliente se puso fría
una lágrima en rosada mejilla
en tú rostro una sonrisa
esa fue tú despedida.
Bese mil veces tú cara tus manos
primero calientes y, luego frías
se, que no estabas
qué tú cuerpo inerte era el pasado
también sabía
qué donde estuvieses, los recibías.
Quince años al llegar el día
solo fue ayer esa despedida
el sabor de tus labios
el último beso en tú mejilla
en mí mente siempre viva, tú Adela.
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