jueves, 1 de agosto de 2013

¡LA VERDADERA HISTORIA DEL NARDITO DEL PARDAL!

Ya vino Nardito para ser conocido, pues su madre rompió aguas en el mismo altar donde se casaba sin saber que estaba preñada, para el retor cosa sagrada, para los ateos una buena pardalada.
Asistió el parto la tía Leocadia, que ejercía como comadrona pero no tenia ni puta idea, junto a ella el señor cura, y como no, alcahuetas y familia.
La cabeza salió enseguida, pero, de cintura para abajo quedo enganchada la criatura, Leocadia viendo el panorama exclamo ¡Ostia que cojones trae la criatura! ¡Esto no son cojones son como sandias! Asombrada por lo que viera dijo a la madre, no fuerces hija descansa y respira, mientras gritaba, que venga Anastasio con mulo o mula. Los allí presentes quedaron extrañados, por la petición de la tía Leocadia.
Cuando fue avisado y sabiendo para qué era, engancho al mulo con los enseres que requería; en cosa de minutos por la puerta de atrás entro en la iglesia, donde se desarrollaba tal acontecimiento. Al ver el cuadro Anastasio sonrió, sobre el altar mayor de espaldas tendida estaba parturienta gritando como una posesa, con un apierna en cada oreja y un túnel negro entre las piernas. Siguiendo las órdenes de Leocadia, Anastasio puso el mulo en posición, con una cuerda en forma de horca para enganchar aquello por la cintura, al igual que de sacar un potrillo se tratara; ni a la primera ni a la segunda, si no a la tercera consiguió, con la ayuda de la madre con ojos de loca, y el mulo resbalando de la fuerza que hacia, sacar aquello de la cueva oscura. La exclamación fue unánime cuando vieron lo que le colgaba de los cojones, ni era nabo ni boniato, era como la brega de tres brazas, tal era la cosa, que hasta el mulo sintió envidia al compárala con la suya.
Tres madejas de hilo necesito Leocadia para coser a la parturienta, aún así, quedo agujero para tres pollas y lo que cuelga, tal fue el desgarro que hizo Nardito sobre ser sextillizo.
Cuando estuvo todo fuera viéndole de los pies a la cabeza, ahí empezó el problema quedando el parto en segundo plano; hicieron foro para decidir los padres, Leocadia, el retor y Anastasio, y por supuesto las almas caritativas, que nunca pueden fallar para enterarse de todo para el pueblo informar.
Después de horas deliberando sacaron la conclusión de llamar al médico y veterinario, que ellos decidieran con tal acontecimiento; decidieron hacer fotos y que entendidos del todo el mundo sacaran conclusión, y así rezo el dictamen: como especie única se debe proteger, por ahora que se lo queden los padres que tuvieron el placer.
La noticia llego a todo el mundo, e incluso entro en el libro Güines por los cojones y lo que cuelga, incluso el santo padre hizo presencia, para ver en persona tanta grandeza.
El día del bautismo también hizo historia, para el padre y el pueblo un día grande, la madre tristona motivos no le faltaba, porque jamás en su puta vida podría juntar rodillas, por mucho que lo intentara.
Como cosa inesperada llegaron cien autobuses, eso si, nunca se pudo saber a quien coño le compraron las entradas para entrar en la parroquia, que junto al pueblo está quedo pequeña; por lo cual el acontecimiento se realizo en la era del tío Ambrosio, siendo llevada allí la pila bautismal. La gente estaba nerviosa por la curiosidad, por ver como coño bautizaba el cura a tan dotada criatura, sin más ayuda que la Mitra, el libro anglicano y el monaguillo riendo sin parar.
No había forma humana de acercar a Nardito a la pila bautismal; probaron panza arriba, del contra peso casi ahogan al chaval, luego panza abajo de esta forma les molestaba el pardal, si se le intentaba doblar se les ponía morado, al circular la sangre solo de cintura para atrás.
Piensa que piensa el cura paseando sin parar, de pronto al ver el abrevadero donde beben los animales, dice, se le bautiza aquí y ya está, y aunque el agua no este bendita para el caso da igual, si los padres están de acuerdo, así como los dueños del ganado si no tiene nada que objetar. Estos consintieron con una condición, que fuera cambiada el agua después de la celebración, no querían que a los mulos y caballos les entrase depresión, al compararse sus atributos con los cojones y polla, del Nardito especial.
Hasta el ayuntamiento tuvo que intervenir ante caso sin precedentes, cambiando la ordenanza de libre circulación de animales ecuestres, el bando decía así: “Propietarios de animales no saquéis a pasear sobre todo a yeguas y mulas, no rechacen luego a los machos de su raza al ver los atributos que calza, el Nardito del pardal”.
No busquéis ni el pueblo ni partida de nacimiento de este hecho tan especial, pues nunca fueron hallados; según las buenas lenguas fueron requeridas por el Vaticano, para ser enterradas junto al cuerpo del Nardito, por lo cual de esté caso solo se acuerdan, los más viejos del lugar. Aquí termina la historia del Nardito del pardal.

                            Vruescas/ 15.06.2013.- “Por una sonrisa”        
           
          
 




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