Ayer fue un día triste para
Extremadura y para toda España; sé que mis palabras de poco sirven ante tan
inmenso dolor para las familias y padres de los cinco niños fallecidos
trágicamente, y para los que están heridos. Ningún padre debería ver morir a sus
hijos, y mucho menos a tan corta edad. En estos momentos un deja de creer en
todo lo divino por arrebatar la vida cuando aún no la habían empezado a vivir,
y que muchos de los padres se cambiarían por ellos así como sus abuelos. La
única esperanza que os puedo dar es que están en el cielo, se quede muy poco
sirve ante el fuerte dolor de su perdida. Mi más sentido pésame y de toda mi
familia, que imaginamos, solo eso, como nos quedaríamos si fueran nuestros
hijos o nietos. Dios os de ánimos y mucha fuerza para pasar este duro trance
que solo vosotros sentís de verdad el dolor…………DEP!!
Vte. Ruescas y Llorca/ 08.05.2014.-