De niño viví solo amigos no había donde crecí nunca los
eché de menos siempre estaba allí. Tú no hablabas de tú boca jamás palabra
escuche sólo con mirarnos bastaba para comprender cómo almas gemelas nacidas
ayer.
Nunca estuve sólo ni de noche ni de día tú compañía la
mejor qué dieren de por vida. Sí estaba enfermo compartieres mis penas sí
estaba sano mis alegrías. Jamás en la vida nada pediste te dabas por pagado con
un acaricia.
Tú me defendías de todo peligro nunca pensares lo mucho
qué arriesgares.
Sólo pedías poca cosa simplemente mí compañía. Ya ves,
pasados tantos años aún te recuerdo cómo si fuere ayer. Muchos pasaron e
intentaron ocupar tú lugar el hueco qué tú dejaste nadie logro ocupar. Por
mucho qué intentasen nadie lo consiguió jamás.
Escribiendo estás palabras en tú memoria aún se llenan de
lágrimas mis ojos
viniéndome al recuerdo esa maldita enfermedad qué
apartare de mí vida para siempre jamás. Cómo sí fueres niño indefenso te cuide
recibiste mí cariño más todo el amor qué pude dar por mucho qué te diere tú me
diste mucho más. Jamás podrás saber cuándo odie a mí padre qué te llevo a
sacrificar. No podía entender las razones dadas quizás fuere mí corta edad.
Estuve presente viendo tú agonía tú mirada final era lo mínimo qué como amigote
podía dar. Bien sabias qué era tú final ni aun así en ti pensares. Mirándome a
los ojos me diste las gracias por acompañarte en la última hora qué el destino
guardase, Pero estarás conmigo mientras mí corazón lata. VR
Vruescas y Llorca/ 11.05.2017.- A ti amigo
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