Quizás creáis que cumplo mal
la misión encomendada
la cumplo lo mejor que puedo
que no es fácil llevarla.
Quizás os ofendí de palabra o obra
en algún momento, por demasía confianza
con la que yo os trato y, por vuestra parte dada
quizás confundido cogí más de que tocara.
Bien sabéis los dos, y os lo repito
qué cuándo mis padres fueren llamados al cielo
vosotros ocuparéis en mi corazón, el vacío dejado por ellos.
Sí en algo os ofendí que mi mente no recuerda
Porque siendo desconocido, abristeis corazón y puerta?
Compartisteis mesa y pan, como hijo que llega de fuera.
Pero veo qué así es, vuestro silencio lo confirma
y mi pregunta es ¿Tan grande fue mí ofensa?
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