Era guapa y altanera
cortaba hasta el respirar
era la flor más hermosa
habída en cualquier lugar.
Cantaba como el ruiseñor
al despertar el día
volviendo las pena alegrías.
Su figura era esbelta
con paso firme al andar
no había ser humano
qué no girara a mirar.
Era, como la brisa llegada del mar
ese mar mediterraneo
qué la vio nacer y, crecer.
Su pelo largo y hermoso
como seda natural
negro como la noche
era, la estrella qué brillaba más.
Sus ojos marrón oscuro
llegaban a hechizar.
Sus labios rojos
como rosa primaveral
cuando la baña el rocío
del día qué va empezar.
Su hermosura era tanta
qué dolía al mirar
aunque pasaban los años
su hermosura seguía igual.
Tal era su belleza
qué llegada su hora
hasta la muerte lloró
cuando se la hubo de llevar.
Era la flor más hermosa
habida en ningún lugar.
Muy buena y con sentiminto
ResponderEliminarGracias, me recordo a mi madre IM
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