Van pasando los años, y por los muchos que tengo, y lo
mucho visto, no me puedo acostumbrar, lo que mis ojos cansados ven.
Aún se me riza la piel y se me salta las lágrimas, al ver
el dolor e inmunización en que vive mucha gente.
No hace falta ir muy lejos, solo en mi ciudad, y dando
una vuelta por sus calles, puedo ver con indignación lo bajo que hemos caído.
Solo oigo escusas de la gente que pudiendo ayudar, mira
hacia otro lado, diciendo que para estos indigentes está el gobierno, que
ellos, bastante hacen con cuidar de los suyos. ¿Acaso esta gente marginada, no
es gente como nosotros? Ellos, también fueron como tú y como yo, y de un día
para otro se lo robaron todo, por no dejar no les dejaron lo básico conque
nacemos, un poco de dignidad que todos merecemos.
Quizás mañana puedan ser tus hijos, hermanos o nietos; a
que no te gustaría que los que hoy te necesiten y les das la espalda te dijeran
a la cara, que el problema no es suyo, sino de los que nos gobiernan.
Piénsalo bien, que seguro que siempre te sobra un plato
de comida, y si ayudas solo a una persona, abras salvado un mundo.
Vruescas 18.04.2013.-
“Seamos humanos”
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