Hoy cerré mis ojos y volví a ver su rostro; sus ojos
azules, su cabello negro, sus labios carnosos y su perfume azar, su silueta
curvada como una cordillera.
Recordé por unos minutos su primer beso, la primera caricia de sus manos suaves como pura cera; sus primeros susurros junto a mi
odio, al sentir nuestros cuerpos desnudos fundidos en uno solo, en una playa de
arena blanca como noche de luna llena.
Sabía en mi subconsciente que la vida se me iba, que solo
era un recuerdo en mi última partida, pero era lo que deseaba antes de
partir para siempre aún viaje sin retorno, era la mejor compañía para esta ida sin vuelta. XX X
Vruescas 23.11.2014.-
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