No podía creer lo que mis ojos vieran, en mismo viejo bar
donde se cruzan dos vías como cruzo el destino tú vida y la mía. No sospeche
nada porque cada noche te entregabas a mí como el primer día, noches de pasión
donde tú piel y la mía se excitaba, donde cada amanecer tus besos me
despertaban, y hacíamos el amor hasta que dar exhaustos por la pasión vivida.
Por si fuera un sueño volví a pasar por el viejo bar donde se cruzan dos vías,
y te vi entregando la misma pasión como yo recibía. Cruce al otro por el otro
lado para que no me vieras, no sentí odio hacia ti porque te quería en demasía,
si sentí en mi corazón como si este se partiera, prefería compartirte que
perderte vida mía.
Quizás sea culpa mía por no saberte dar lo que de esos
brazos recibieras, nunca notaste mis caricias ni yo en las tuyas nada diferente
desde que te vi ese día, en aquel viejo bar donde se cruzan dos vías, como el
destino cruzo tú vida y la mía.
Vruescas 03.2015
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