Suena el ruido en tristeza, atrás queda lúgubre la
estancia...
El olvido nublado ya bosteza sosteniendo ruinas de
gracia.
Quedan los caminos forjados por huellas de transeúntes,
pioneros de su pasado... Hoy y después,
tenues luces. Detente... Escucha... Mira...
Ya se acercan, los olores a savia y brisa fresca.
Vuelve... No sigas... Espera... Calla...
Esa gaviota de vuelo raso ya pasa.
Se aleja... Regresa... Se va...
Espuma en el cielo
Gaviota del mar. Ambas suscitarían versos. Ambas vivís sin más.
Vruescas/ 11.04.2018.-
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