Con nadie quieres hablar
porque nadie te comprende.
Ni sabes lo qué te pasa
pues tú mente no responde
no siendo más qué un demente
para médicos y sociedad.
Te tratarán como apestado
tú compañía no quieren
ni siquiera se esfuerzan
para saber lo qué tienes.
Si eres depresivo
marcado estás de por vida
es una marca de fuego
qué no alumbra por fuera.
Pon tú cabeza en mí hombro
yo, sí te comprendo.
No tengas miedo a llorar
lucha con todas tus fuerzas
tú mente te engañara
será tú peor enemiga.
Harás cosas qué nunca hiciste
incluso la muerte desearas
pero nunca dejes qué gane batalla
está cruel enfermedad.
Sé, qué no es fácil
luchar contra está
pues son muchos los factores
qué van aliados con ella.
El silencio de la noche
cuando el dolor más aprieta.
En esa soledad, es
cuando más se apodera
de los pensamientos negros
qué tú mente genera.
Por suerte para nosotros
no, todos nos dan la espalda
el psiquiatra, psicólogo y la familia
qué comparte nuestro sufrimiento
aunque por fuera rían
por dentro llevan la pena.
Los amigos de verdad
son los qué nos quedan ahora
los demás ni te importen
no, nos merecían.
Llámame cuando tú quieras
a tú lado me tendrás.
Como yo, te comprendo
pocos te comprenderán
por donde tú pasas ahora
vivido lo tengo ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario