treinta y cinco, que me conociste.
Yo te veo igual qué a los diecisiete
esa niña mujer, respetada por los años.
Conservas todo el frescor
de la rosa rociera
esa, que cuando sale el sol
el rocío besa.
Brillas con el resplandor
de la flor más hermosa
no habiendo ojo humano
qué no repare en ella.
Esta es la forma
en qué te doy las gracias
por ser el elegido
para compartir tú vida.
Queda corta mi pluma
tinta y el papel
para describir tú belleza
la qué todos pueden ver
más es, la qué no esta a la vista
Esa si es!
Más hermosa que las rosas
Muy sentido...me gustaría decirle algo así a mi compañera el día q llegue a esa edad...
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