Todos sabían la fecha
todos fueron al gran día
aquellos que tú creías
que eran los que te querían.
Son los mismos qué ahora
van arruinando tú vida
apartándose de tú lado
y, dándote la espalda.
Nosotros no estuvimos
no, éramos tú familia
ni tú hermano ni tú padre
tampoco quien te dio la vida.
No tuvimos la ocasión
nos perdimos el gran día
a tus padres y hermano les quitaste
lo poco que correspondía
simplemente ver casar a ti
nuestra primera hija.
Nadie nos vio llorar
ni salió de nuestros ojos lágrima
por dentro el dolor, más rabia contenida
tan duro fue esté, que el corazón no latía
eso sentirás tú, si eres madre algún día.
Nunca podrás decir
que en tú vida nos pusimos
ni una palabra, ni, el más mínimo reproche
sufrimos con resignación, el pago que nos diste
pero ten por seguro
que para la mujer que te parió
fue el día más triste.
Ahora vienes a casa, la misma que te fuiste
dices, que arrepentida del daño que hiciste
la puerta encontraste abierta
nunca estuvo cerrada desde que partiste.
Nada te reprochamos
compartimos mesa, como si nada hubiese ocurrido
como si nada hubiere pasado
ni, mencionamos ese día
el segundo más amargo
el primero el que te fuiste.
Perdonar te perdonamos, olvidar no podemos
danos por lo menos, ese, pequeño derecho.
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