Cual dulce y corto momento es el de la infancia.
Rodeado por manos blancas
protegido por la inocencia.
Amado sin pedir cuentas
abrazado por brazos, qué cuerpo reconforta
sintiendo en cada beso
amor puro y sincero
qué nunca más se repita
de manos blancas y puras.
Siendo tan corto el momento
marcado a fuego queda
en un rincón de la mente
cuando más recorres camino
más presente lo tienes.
Llegada la negra noche
preparando equipaje para el último viaje
en el qué tu mente manda
el cuerpo no responde.
Viniendo al pensamiento
esa dulce etapa qué nunca se olvida
ni aquellos brazos
de limpias manos blancas.
Rodeado por manos blancas
protegido por la inocencia.
Amado sin pedir cuentas
abrazado por brazos, qué cuerpo reconforta
sintiendo en cada beso
amor puro y sincero
qué nunca más se repita
de manos blancas y puras.
Siendo tan corto el momento
marcado a fuego queda
en un rincón de la mente
cuando más recorres camino
más presente lo tienes.
Llegada la negra noche
preparando equipaje para el último viaje
en el qué tu mente manda
el cuerpo no responde.
Viniendo al pensamiento
esa dulce etapa qué nunca se olvida
ni aquellos brazos
de limpias manos blancas.
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