Las cosas malas como una guerra o como la crisis en que vivimos, es verdad que son una tragedia que no debería pasar jamás. Porque en estas situaciones siempre los más afectados son los mismos, niños y gente mayor. Es muy doloroso ver millones de españoles, sin casa, sin dinero para las cosas más básicas como la comida. Pero todos somos culpables de esta situación. Vivíamos por encima de nuestras posibilidades muchos de los que hoy perdieron todo; si nuestro vecino tenía una casa mejor o un coche de alta gama ¿Porque yo lo iba a tener? Si un amigo se iba de crucero ¿Por qué no mi familia? Sin darnos cuenta de que su posición social se lo permitía. Pero total con ir al banco y pedir un préstamo, a un interés bajísimo y para 50 años. Pero cuando uno tiene hijos pequeños debe penar que su vida depende de su persona. Los habrá que les vino por sorpresa, llevando una vida austera, viendo con lo que tenía y si pensó que el país no iba aguantar el derroche político, sindicatos, patronal y los robos bancarios que al final los pagamos todos. Pero todo no es negativo en estas dos circunstancias, cuando termina la guerra los países se levantan todos a una, lo cual no quiere decir que se olvide a muertos en la contienda. Cuando viene una crisis creada por los ladrones del poder, los cuales se encumbren unos a otros, y por supuesto ni pagan con cárcel ni devuelven lo robado.
Pero se vuelve a ser más humano y solidario con los demás, esos que viviendo en la misma escalera ni conocíamos, ni saludábamos. Hoy todos nos conocemos y, sentimos el dolor cuando alguno de ellos es desahuciado de su casa, incluso compartimos lo poco o mucho que posemos con los demás. El vecino vuelve a ser como hace 40 años algo más que un nombre, es como uno más de la familia. Volvemos a respetar la sabiduría de nuestros mayores, aprendemos a educar a nuestros hijos a vivir sin caprichos, y que respeten a la demás como si fueran su familia. Incluso volvemos a salir con los amigos por ahí con la comida de casa, sin vergüenza alguna, como se hacía no hace unos años. En resumen volvemos a ser humanos y, mucho menos materialistas. Pero por desgracia para que volvamos a ser personas y respetarnos, tiene que pasar una de las dos cosas escritas arriba. Saldremos de esta todos unidos y sin importar de que parte de España somos. Pero recodemos por muchos años que cuando se pierde la humanidad, perdemos todos como personas.
Victor...este fin de semana solamente pensaba en mi país y su economía y el miedo que me da que todo se desplome...el consumismo imperante me asusta y el leer tus líneas me alivian tremendamente...
ResponderEliminarEl reconocer que nosotros mismos con nuestra forma de actuar vamos contribuyendo a que todo empeore por lo menos me da una luz de esperanza que tan mal en mi manera de pensar no estoy. No digo que los intereses políticos no influyan o ayuden a que un país empeore, pero el individualismo de la sociedad y la falta de respeto a otros también afecta mucho.
Tengo varios conocidos en España, la verdad todos conocidos por internet y me preocupa y comparto el momento que viven. Pero como dicen todo lo malo trae cosas buenas y si eso ha permitido volver a humanizarse, el volver a compartir, veamos un poco por ese lado...
Desde acá un abrazo!
Primero gracias por estar Loreto!! Escribo de la vida tal como la veo, como dice el refran Bsss
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