No te creas dueño del dolor, si miras atrás, veras cuantos sufren más.
Por que vayas con muletas o en silla de ruedas, no te da derecho amargar tu vida, y mucho menos a quien te rodea.
No quieras ser el centro de atención, y que todos te tengan lastima, cuantos darían lo que fuere por ver la calle cada día.
Mira a tú alrededor y veras cuanta amargura hay, de gente con sus piernas, que están abandonados a la suerte de la vida.
El dolor de unos padres, que no pueden dar de comer a sus hijos cada día. Los que se quedaron sin casa y nadie les ayuda. Los que ven como su hijo cayó en la trampa de la droga, al que no reconocen siendo buena persona.
Esa mujer maltratada, al que le dio los mejores años de su vida.
Esos niños calvos llenos de goteros luchando por su vida, soportando condena sin haber hecho daño alguno, que saben que hoy se duermen y quizás mañana no despierten.
El dolor de sus padres que darían las dos piernas e incluso la vida, por ver a sus hijos jugando llenos de alegría.
Y tú te quejas por tu minusvalía? Tú que vas donde quieres y ves el sol cada día, si tú tienes dolor lo calmas con pastillas, pero toda esta gente, no hay medicamento que les quite el dolor, y mucho menos su amargura, ellos si me dan lastima, tú, solo pena.
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