domingo, 17 de febrero de 2013

¡A TI, SEGUNDA MADRE!


Ayer asistí con vergüenza ajena, a la despedida de al que fuere mi segunda madre, y la segunda abuela de mis hijos.
Solo vi en esa despedida unas lágrimas sinceras, la de uno de sus dos hijos, mi amigo, y la de mi familia.
Se oían muchos llantos, pero lágrima ninguna, ni si quiera vi un poco de respeto, que mereciera tan buena persona. Aquello más que un funeral fue una reunión de mercado, donde se estaba más pendiente de los comentarios entre los asistentes, que de la propia misa.
Tanto su otro hijo sus nietos y nueras, están más pendientes de lo que habría en su testamento, y como lo habría dejado, la de aún cuerpo presente.
No mereció esta mujer despedida tan indecente, pues estando en vida se desvivo por esta “gente”, a la que ella creía, que todo lo merecían.
Ya ves querida Carmen, si del cielo los miras, solo uno de tus hijos merecía lo que diste a los otros, que ni te quisieron en vida, ni te respetaron en tú despedida.
Pero que te voy a decir, que tú no me dijeras estando llena de vida, en esas nuestras conversaciones cuando a mi casa venias. Te sentías abandonada sola y perdida, solo querías partir y dejar tanta mentira, creían que te engañaban, pero tú bien que lo sabias.
Pero te quedaste corta era mucho más de lo que tú decías, pero vente tranquila que a cada uno le llega su hora, y cuando le llegue a esta gentuza, su despedida será peor que la tuya.
Ayer asistí aún funeral de hipocresía, y sentí vergüenza ajena………

  Vruescas/ 12.02.2013.- ¡Dios te bendiga!       

     

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