Tanto como que nos creemos que somos, perdiendo el tiempo
en odios y rencores, creyéndonos inmortales, y una milésimas de segundo quedamos
como muñecos de trapo destrozados en medio de una vía, o simplemente tirados en
el asfalto.
Solo en unos momentos nos volvemos humanos, pero solo eso
unos momentos, después seguimos olvidando lo poco que somos en la vida.
Pronto se nos olvida lo insignificantes que somos, lo
corta que es la vida, y lo muy poco que la disfrutamos.
Por lo mucho
vivido uno va aprendiendo que la felicidad no está en poseer cosas vánales, ni
tener envidia de lo que otros poseen, por mi parte me conformo con unos buenos
días de un amigo, el amor de mi esposa o el simple beso de mi nieta. Que te
puede hacer más feliz en la vida, si lo piensas bien nada, quizás si otra cosa,
que al partir se te recuerde por el amor que diste, y no, por tu cuenta
corriente; por todo lo que diste sin pedir nada a cambio, por estar siempre ahí
cuando fuiste necesitado, sin mirar quien te llamaba y no juzgar si lo merecía,
lo demás todo me sobra, lo demás ni me interesa.
Somos muñecos de trapo con quien la vida juega…………….
Vruescas 27.07.2013.-
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