Al despertar y cuando iba a besarle note su cuerpo frío e
inerte, solo hacia unas horas que regazábamos de pasión entre las sábanas
blancas. Sentí tanto dolor que mi cuerpo quedó paralizado, mi mente se bloqueó
y mi mirada quedo fija en la persona amada. No me pude despedir de lo más que
quería, el destino me robo sin avisar, dejándome sin poder darle un beso de despedida.
Hoy solo me queda las fotos y todos los buenos recuerdos,
los malos si los hubo no los quiero en mi pensamiento, porque en toda relación
hay luces y sombras, estas últimas la dejare fuera de mi memoria. Cuando me
llegue mi hora partiré con alegría porque volveré a ver a ti mi amor, que era
lo que más quería.
VRuescas .- 20.06.2014.
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