Van pasando los años, y por los muchos que tengo, y lo
mucho visto, no me puedo acostumbrar, lo que mis ojos cansados ven. Aún se me
riza la piel y se me salta las lágrimas, al ver el dolor e inmunización de que
siempre las víctimas sean los niños inocentes. No hay que callar hay que pedir
justicia, ¡si la misma que esos niños tuvieron! De esa bestia de mal llamado
padre.
Vruescas 06.08.2015 .- .
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