Dicen que jamás me han visto llorar, que no siento el
sufrimiento ni propio ni ajeno, que mi corazón es de hielo, que no y tengo
sentimientos, que soy inmune a todo el dolor que me rodea. Que sabéis vosotros
de como soy y de los sufrimientos que me da la vida ¡nada! Quizás porque no me
veis llorar ni expresar mis sentimientos creáis que no sufro por las
injusticias que me rodean, que si las sufro. Soy tan sensible que cualquier
dolor ajeno me afecta como si fuera mío; que las penas que llevo por no poder tener
lo que más quiero y no puedo disfrutar como si lo hacéis vosotros, por sufrir
en silencio todo el mal que veo en el mundo injusto en que vivimos quizás más
que los que me criticáis. Lo que pasa es que lo que sufro, como lo que hago por
los indefensos no lo voy predicando como hacéis vosotros para demostrarlo,
porque yo no necesito alabanzas de los demás ¡vosotros sí! Porque lo que uno
hace no es de cara la galería sino para sí mismo, y me importa muy poco lo que
se piense de mí la gente, porque único que necesito es estar con paz conmigo
mismo, lo demás no me interesa.
Vruescas 15.10.2015.-
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