Hay
muchas formas de querer en la vida, pero solo tres llevan sangre tuya por quien
eres parido el que pone semilla, los hijos que llevan la tuya y los nietos, que
la mayoría desfrutan. Ni era noche ni era día cuando, me robaron lo que más
quería, pero no olvido el mentó ni la hora ni el día, ni el último abrazo que
los dos nos diéramos, porque los dos sabíamos, que el amor y cariño que
habíamos compartido, era el adiós de por vida de la tuya que empezaba y la mía
que se iba. Ya la juzgara el juez divino llegado su hora, por lo que nos robó
jamás pago en la vida. XX
Vruescas 03.01.2016.-
Vruescas 03.01.2016.-
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