Dios en su gran sabiduría no les dio el habla para que no
superaran ni ofendieran a los mal llamados seres humanos; pero con ellos nos
dio un mensaje: que los imitáramos en sus hechos, porque el día que lleguemos a
su altura intelectual no habrá guerras ni hambre.
Vruescas
y Llorca/ 01.03.2016.-
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