Algún día, cuando mis hijos sean suficientemente grandes
para entender la lógica que motiva a las buenas madres, le diré:
Te amé lo suficiente, como para preguntarte dónde ibas,
con quién, y a qué hora regresarías a casa.
Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorrarse
dinero para comprarte eso que tanto querías, aunque nosotros tus padres
pudiéramos habértelo comprado.
Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarás de
descubrir por ti solo que ese que era tú mejor amigo te desfrutara, porque así
te realizaras en la vida y aprendieras de tus errores.
Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar
encima de ti, durante dos horas, mientras arreglabas tú cuarto, algo que yo
hubiese hecho en sólo 15 minutos, para que luego fueras autosuficiente en la
vida.
Te amé lo
suficiente, como para dejarte ver ira, desilusión y lágrimas en mis ojos, los
hijos también deben entender que no somos perfectas.
Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la
responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros que rompían
mi corazón.
Pero sobre todo,
te amé lo suficiente, como para decirte que NO cuando sabía que me ibas odiar
por ello.
Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero
estoy contenta de haberlas ganado, porque al final también ganaste tú. Algún
día cuando tus hijos sean grandes como para entender la lógica que motiva a los
padres, tú también les dirás: “Te amé lo suficiente para hacer todo lo que hice por ti, a
sabiendas que en muchos momentos sería odiada”. Pero yo tú madre que al igual
que tú padre daríamos la vida por ti, como tú por tus hijos, Te amé lo suficiente, para no merecer la mala
vida que nos has dado. XX
VRuescas y Llorca/ 13.12.2016.- Gracias madre!!