Del amor al odio solo lo separa una línea tan fina como
invisible para las personas. Tal es así, que todo lo entregado cuando se ama se
vuelve odio, es tal, que solo se piensa en hacer daño a la persona a la que en
su día amamos. No reparamos en medios para hundirla de la forma que sea, e
incluso con malas artes y mentiras con tal de que el dolor que sentimos lo
paguen hasta el fruto habido de esa relación, aunque sean esos inocentes fruto de noches de pasión en
que perdimos el sentido. Qué más da, que recién paridos sean echados a un
contenedor, o en el mejor de los casos abandonados a su suerte. Porque la otra
parte también en su odio se olvida que
llevan su sangre, y solo piensa en que el otro lo sufra al máximo. No somos
como se dice que somos la perfección de la especie que puebla el planeta, esa
afirmación es totalmente incorrecta como falsa. Porque no hay ninguna especie
animal que no defienda a sus crías, ni mate por el poder de uno mismo, solo la
especie humana. Porque del amor al odio solo hay una línea tan fina como
invisible que solo los mal llamados humanos no la vemos, si las malas llamadas
bestias. XX
Vruescas/ 23.10.2016.-
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