Cuando la belleza se quiebra y se deshace, no siento
dolor por ella, pero me pregunto. Cuando el amor, como un vaso frágil, yace
roto, no pronuncio palabra alguna, pero recuerdo que nunca tuve una dama para
un amigo que no sabía que el amor debe terminar. Nunca tuve. Una chica para el
amante que podía discernir cuando el amor había terminado. Estoy esperando mi
amor bajo el olmo verde; quien no sabía que el amor debe ser encontrado bajo el
olmo desnudo. Con mi fe de infancia y santidad celestial, te amo con pasión. Con
mi amor más profundo, y el brillo de la noche. Te amo con este amor que parecía
perder.
Vruescas/28.11.2017.-
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