Se olvida usted sr Rufián que es un “charnego” (dícese del no nacido en Cataluña), si no fuera de esta, por lo cual se olvido de sus raíces, y el que olvida de donde viene olvida a donde va.
No es la primera vez que usted todo un sr político que cobra dos sueldos, guardaespaldas, coche oficial y dietas; se olvida de que debe su cargo a los españoles y catalanes, de los cuales no renuncia a cobrar sin escrúpulo alguno, sean de donde sean.
Arremete contra los extremeños, andaluces y todo aquel que no tenga una lengua de ir por casa, porque cuando sale de su tierra de adopción, no le sirve para nada; por eso sus hijos y nietos estudiaron y estudian en colegios privados, donde aprenden español, inglés y catalán.
Debería y creo que si lo sabe, que Cataluña nunca fue ni reino, estado ni nación, solo un condado del reino de Aragón. Pero dejemos la historia, y vamos a lo que usted dijo sobre los españoles, que son de segunda clase según sus palabras, que por cierto dichas por un político duelen mucho más, y tal como está el país con seis millones de parados, gente desahuciada de su casa y, un par de millones comiendo en Cáritas y Cruz Roja, así como de los contenedores de las grandes superficies, en vez de enfrentar a los españoles como es su política, debería arrimar el hombro para salir de esta crisis, que no la creo la gente de a pie, si no, políticos y banqueros.
Andalucía (recuérdalo) igual que Extremadura, fueron sus gentes después de la guerra civil, los que levantaron pagados por como usted llama “señoritos” Catalanes, y no andaluces ni extremeños. Gracias a ellos están donde están ustedes hoy; allí viven familias de varias generaciones abuelos, padres, hijos y nietos, al que usted ofende. Porque ellos no olvidan como usted hace, dónde están sus raíces, aunque se sientan catalanes de pleno derecho, no olvidan de donde son. Además uno puede ir a trabajar a cualquier parte de ¡España! Ya que esta es de todos y para todos. Que, para pedir dinero público del pueblo español, si habla perfectamente el castellano (por cierto la hablan 500 millones y es la segunda más hablada en el mundo) y, no le da remilgo cuando lo coge. Hay que ser más coherente con las palabras y más siendo un cargo público, no estaría de más que pidiera perdón a los que ofendió solamente ayer, si no muchas veces.
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